Azul Snaider Pintos, alumna del Grado de Ingeniería de Tecnologías Industriales en la Universidad Politécnica de Madrid, ganó anoche el reto ‘400 Segundos’ del Colegio Ingenieros Industriales de Madrid y Ledu. Esta estudiante propuso la aplicación del caos ordenado, al estilo de Amazon, a la logística de la ayuda humanitaria en catástrofes como la reciente dana de Valencia o terremotos con el fin de gestionar eficientemente los recursos disponibles en el menor tiempo posible.
El subcampeón fue Gonzalo Arroyo Díaz, también de la Universidad Politécnica de Madrid, con un proyecto de guía electromagnética a las personas con discapacidad visual con el fin de mejorar su orientación y autonomía en el metro.
Azul cautivó a jurado y público por su naturalidad y pasión, dominando la tensión de la velada como buena deportista de alto rendimiento, que compite en triple salto y voleibol, con varios títulos de campeona de la Comunidad de Madrid y de España. Como campeona del desafío del COIIM y Ledu, recibió un trofeo diseñado y producido en cartón por Smurfit Westrock, un premio en metálico de 2.500 euros, y diferentes obsequios de las empresas colaboradoras Persán, SEUR, Speexx, Neuromify y Nova. El subcampeón, además de su trofeo, obtuvo un cheque de 500 euros.

Ante más de un centenar de asistentes, los diez finalistas dieron toda una lección de hablar en público e ingeniería abordando exponiendo ideas y proyectos en diferentes ámbitos: guías electromagnéticas en el metro para personas con ceguera, aplicación del orden disruptivo en la logística de emergencias, tratamiento de plásticos y su eliminación, biodiésel, bioplásticos, embalajes inteligentes para la preservación de alimentos, energía nuclear, conexiones ferroviarias o el reciclado de caucho para su reutilización en seguridad vial, entre otros temas.
Los diez jóvenes finalistas no llegaron ante el público igual que iniciaron esta aventura. En la cuneta quedaron los temores, las dudas y las nubes que embarran muchas ideas. Desde la experiencia acreditada en la formación en Smart Communications, Ledu ha llenado sus mochilas de las herramientas y habilidades necesarias para este viaje personal, académico y profesional en un centro de alto rendimiento de oratoria completado con mentorías personalizadas que han iluminado sus palabras.

La dinámica del desafío Pechakucha que enfrentaron es tan sencilla en teoría como compleja en la práctica: Cada participante expone una presentación en la que muestra 20 diapositivas exactamente. Emplea 20 segundos para explicar cada una. En total dispone de 400 segundos, 6 minutos y 40 segundos para exponer su idea.
Este modelo está siendo adoptado también en el mundo empresarial, restringiendo la duración de las presentaciones. Este formato de exposición es un excelente instrumento para que los participantes demuestren su capacidad comunicativa, organizativa y creativa. PechaKucha fuerza al presentador a concentrarse en el mensaje, le permite una actuación ininterrumpida, y evita el tedio y aburrimiento que suelen causar las largas presentaciones basadas en diapositivas a los asistentes. Todo un ejercicio de claridad, concisión y precisión del que dieron buena muestra los finalistas de 400 Segundos.
