«La LEDU nos ofrece gasolina para ser motores de cambio»
Ganador de la LEDU DE 2020 con la Universidad Carlos III de Madrid, Miguel Matellanes representa el talento que acoge e impulsa la Liga Española de Debate Universitario. Con el doble grado en Derecho y Ciencias Políticas, con formación complementaria en economía, este joven posee una brillante trayectoria como orador como subcampeón de EY Voice 2021, el mismo puesto que obtuvo en el Foro de Debate Estudiantil sobre Igualdad de la Universidad de Salamanca (2021) o el Torneo Debate Cánovas (2020). Acaba de regresar de su beca en el Parlamento Europeo y ya tiene las maletas preparadas para su próximo destino.
¿Cómo valoras tu paso por el Parlamento Europeo?
Haber tenido la oportunidad y el privilegio de pasar cinco meses trabajando en el Parlamento Europeo ha sido probablemente una de las mejores experiencias de mi vida. He aprendido muchísimo, no solo del funcionamiento interno y legislativo del Parlamento sino también a trabajar al ritmo y al nivel de una oficina política y a asesorar en el ámbito de la comunicación política. Además, he tenido la oportunidad de aprender de un equipo espectacular de profesionales y he podido conocer a muchas personas con un talento asombroso.
¿En qué consistió tu trabajo?
Realicé mi beca en la oficina de la eurodiputada Adriana Maldonado, especializada en mercado interior y políticas digitales europeas. El trabajo de un despacho político es muy variado y diverso en función de las necesidades, pero principalmente pude ver de cerca y trabajar en legislaciones como la Ley de Servicios Digitales, la Ley de Mercados Digitales o el Reglamento de Maquinarias.
En concreto, trabajé en labores comunicativas, legislativas y administrativas: gestionar redes sociales, trabajar en enmiendas de legislaciones, escribir discursos para eventos e intervenciones en el Parlamento, organizar eventos, desarrollar documentación y análisis internos, entre otras muchas funciones más.
¿Tu paso por la LEDU te ha servido en el Parlamento?
Muchísimo. El aprendizaje y la seguridad que me han dado la LEDU y todos los torneos que han acompañado mi trayectoria en el debate universitario han sido un pilar fundamental en mi desempeño en el Parlamento. Las habilidades, el conocimiento en comunicación, pero sobre todo la ilusión y las ganas de dar lo mejor de mí mismo y de tratar siempre de aportar algo diferente.
¿Qué aporta la LEDU a los universitarios?
La LEDU nos aporta muchísimas habilidades y aptitudes en el mundo de la oratoria y la comunicación. Pero, especialmente, desarrolla actitudes como ser proactivos, empáticos, tener una mente crítica o tener ilusión por mejorar el mundo. La LEDU nos ofrece herramientas para crecer y habilidades para desenvolverse pero, ante todo, gasolina para ser motores de cambio.
«Si algo necesita la sociedad actual es gente joven inconformista
y utópica con ideas, propuestas e ilusión».
¿Qué te atrajo más de tu paso por Bruselas?
Por supuesto la parte comunicativa y la legislativa han sido los cometidos más interesantes, en especial, cuando ambos dos se combinan. El Parlamento Europeo legisla sobre cuestiones muy técnicas pero que tienen una gran relevancia en el día a día de la ciudadanía europea. El reto es comunicar de forma clara y sencilla estas leyes tan complejas a todas las personas. Labor que desarrollé en la Ley de Servicios Digitales (DSA) y que me pareció fascinante.
¿Qué debe hacer el Parlamento para conectar más con la ciudadanía?
Por desgracia, las instituciones europeas están muy desconectadas de la ciudadanía. Dar a conocer y enseñar desde la escuela qué es la Unión Europea, para qué sirve y cómo funciona es básico para crear una conciencia europea. Además, las instituciones deben apostar por que las políticas europeas cobren más interés mediático y por que la gente conozca de qué forma las políticas y las legislaciones europeas influyen en sus vidas.
En este sentido, la Conferencia sobre el Futuro de Europa (COFOE) es una oportunidad histórica para construir una Unión Europea con más participación de la ciudadanía, donde su voz se tenga más en cuenta y con una sociedad más involucrada en la política europea, especialmente en la juventud.
¿Qué destacas del día a día y de la labor que allí se hace?
Muchas personas en el Parlamento Europeo hacen un trabajo formidable y sacrificado para legislar la gran mayoría de las normas que influyen en nuestra vida cotidiana como la seguridad de los productos que utilizamos, los juguetes que usan las niñas y los niños o las apps de nuestros teléfonos. Este esfuerzo y la pasión con la que desempeñan ese trabajo es digno de reconocer y de poner en valor. La idea de que no se trabaja en el Parlamento Europeo es muy falsa.
¿Y qué te ha sorprendido?
Lo que más me ha sorprendido ha sido el considerable papel que juegan expertos y funcionarios en el desarrollo de las enmiendas en el Parlamento Europeo. Además del normal desarrollo de las legislaciones por parte de los profesionales de la Comisión Europea, en el propio Parlamento Europeo el funcionariado juega un papel muy relevante en el desarrollo de las enmiendas políticas. El eurodiputado o la eurodiputada que lidera esa ley en el Parlamento, denominado rapporteur, marca las líneas políticas en las que se debe modificar la ley, pero son los profesionales europeos los que se encargan de plantear el primer borrador de las enmiendas. Algo que no ocurre en los parlamentos nacionales y, por supuesto, sin perjuicio del desarrollo de enmiendas por parte del resto de eurodiputadas/os del Parlamento Europeo.
¿Qué reformarías?
Sin ningún tipo de dudas que el Parlamento Europea tenga dos sedes. Es muy ineficiente, caro y poco sostenible medioambientalmente que los plenos del Parlamento Europeo se lleven a cabo en Estrasburgo teniendo que desplazar durante una semana a miles de trabajadores, asesores y servicios más de 400 kilómetros cada mes.
¿Ha cambiado tu idea de la UE tras tu paso?
En todo caso, la ha reforzado. Ha sido espectacular ver de cerca el trabajo que se hace en el Parlamento, especialmente en este momento histórico con los fondos Next Generation EU y la respuesta conjunta y social a la crisis. La Unión Europea está haciendo un gran esfuerzo por estar a la altura, recuperar la confianza de la ciudadanía y mejorar nuestro Estado del Bienestar Europeo. Solo concibo el futuro de Europa bajo un proyecto europeo cada vez más fuerte, integrado, común y eficiente.
«Si algo me llevo de la LEDU y el debate
son las personas y las amistades».
¿La vida en un parlamento de estas dimensiones es tan trepidante como imaginamos con lobbies, luchas partidistas, intereses económicos y sociales, otras potencias influyendo…?
El ritmo es vertiginoso, sin lugar a dudas, pero no todo es tan frenético como puede parecer en series y películas. El punto positivo del Parlamento Europeo es que, al no estar tan pendiente de la presión mediática y la crítica pública diaria, las labores legislativas y las negociaciones se desarrollan de forma más tranquila y sosegada, por ello siempre suele sorprender la cantidad de pactos entre grupos políticos diferentes que se producen.
Sin embargo, a pesar de su regulación institucional, el papel de ciertos lobbies puede llegar a ser alarmante. Muchas grandes empresas como Apple dedican cantidades inmensas de dinero a intentar conseguir sus objetivos en las legislaciones que les importan.
¿La consideras cuna de líderes y talento?
Un sí rotundo. La gente que he conocido en la LEDU tiene algo especial, brilla de una forma singular. No tengo dudas que muchas personas que he conocido en el debate universitario llegarán muy lejos y serán grandes líderes y referentes. Por ello, aparte de formarnos lo mejor posible, es fundamental que trabajemos en el por qué, para qué y cómo queremos desarrollar nuestras carreras profesionales.
¿Qué destacas de tu participación en la LEDU?
La primera edición de la LEDU en la que participe, en la cual quedamos campeones, fue en el año de la pandemia y por desgracia tuvo que realizarse online. Al año siguiente la cosa más bonita fue poder compartir la experiencia y conocer a otras muchas personas con la misma pasión e inquietudes que yo. Si algo me llevo de la LEDU y el debate son las personas y las amistades.
Viviste la primera edición de EY Voice, ¿cómo la valoras?
EY Voice fue una experiencia alucinante y diferente. No solo por la formación que se nos brindó, la gente que conocí y el espectacular sitio y organización en el que se desarrolló la final sino también por su formato tan diferente a un torneo de debate académico, el modelo de discurso o charla.
Como portavoz de tu generación, ¿qué esperas de la juventud?
La juventud actual nos hemos criado en plena crisis económica y política, marcada por la desafección y la desconfianza hacia los y las dirigentes. En esta línea, mi mayor esperanza es que la juventud seamos capaces de ilusionarnos con construir una sociedad mejor, más igualitaria y más justa y que nos comprometamos con ser motores de cambio que lleven a cabo esa transformación. Si algo necesita la sociedad actual es gente joven inconformista y utópica con ideas, propuestas e ilusión.
Y, ahora, ¿en qué andas?
Este segundo cuatrimestre continuaré mi experiencia internacional estudiando con el programa Erasmus en la ciudad de Brno en Chequia. Seguiré viajando, aprendiendo y conociendo otros países, culturas y sociedades, pero siempre con un vistazo puesto en nuevos proyectos que me sigan ayudando a crecer y, por supuesto, varios muy cerca del debate.