Una semana de transformación personal, académica y profesional. Así se resume cada edición de la academia de EY Voice, bautizada por los propios participantes como un verdadero centro de alto rendimiento de oratoria, en la que veinte estudiantes de toda España, seleccionados entre cerca de 400 candidaturas, son becados para convivir en la residencia Yugo ‘Lope de Vega’ y recibir formación intensiva en la Universidad de Alcalá de la mano de profesionales de EY, la Liga Española de Debate Universitario y expertos invitados. Una veintena de jóvenes emprendió un viaje de una semana que comenzó en la Universidad de Alcalá y ascendió hasta la cúpula de la torre de EY en Madrid. Allí, Nicolás de Augusto, de la Universidad Pública de Navarra, ganó la competición final tras mostrar su dominio de la dialéctica y la elocuencia.
EY Voice madrugó este año con una early morning run sorpresa con Alfonso Rodríguez de Sadia, CEO de la Ledu y gimnasta olímpico, y Ramón Arroyo, corredor con esclerosis múltiple que ha inspirado la película 100 metros, que terminó con una charla motivadora para enfocar la semana y en la que los participantes se llevaron grabada la sentencia “no dejéis que os digan que no podéis hacerlo”. Palabras que, desde luego, no escucharon en la academia.
Esta pequeña carrera fue el pistoletazo de salida de un programa que desafió a los participantes a salir de su zona de confort, superar los límites y no dejar de crecer gracias a la oratoria con la dirección académica y formación de Ángel Domingo, director técnico de Ledu, completada con excepcionales masterclass de María Sarabia, vicerrectora de la Universidad de Alcalá y campeona como oradora y capitana de la Liga; Ramón Maqueda, coach actoral y formador del equipo ganador de ‘Yo tengo opinión, en una sesión de expresión corporal; Begoña Gil, técnica deportiva e instructora de yoga, que nos enseñó a controlar la respiración para relajarnos y perfeccionar el control de la voz; y la periodista y locutora Eva Moreno, que aportó las claves para dominar nuestra voz.
Todo ello se completó con los cafés de EY, en la que profesionales de la consultora sumergieron a los estudiantes en la transformación digital en las empresas y la industria 4.0, la Web 3 y el metaverso, el impulso del exito empresarial a través de la consultoría estratégica además de darles consejos para su carrera profesional.
“Una experiencia inolvidable que recomendaría a cualquier persona, ya no sólo por la formación sino por las personas que me llevo. Empezamos la semana entre desconocidos y la acabamos entre abrazos de amigos esperando reencontrarse pronto”, resume Nicolás de Augusto, ganador de esta edición.
Un completo programa con más de una sorpresa como la del Speakers’ Corner en la Plaza de Cervantes de Alcalá de Henares. Ante los transeúntes, los oradores improvisaron discursos sobre los temas más diversos y surrealistas. Tal fue su elocuencia, que más de un curioso se animó a ponerse ante el atril.
La semana culminó en la cúpula de la Torre EY con la competición entre los diez seleccionados finales, que expusieron discursos acerca de la inteligencia artificial como posible aliada o sustituta profesional. En una final deslumbrante, tras unas apretadas semifinales, Nicolás de Augusto (Universidad Pública de Navarra) se impuso a María de Iracheta (Icade-Comillas).
Para el campeón, “la competición fue la conclusión del trabajo realizado y siempre hay nervios, pero en esta ocasión iba tranquilo. Estar en los veinte seleccionados de la Academia es, en mi opinión, el verdadero premio. La recompensa es apreciar la mejora que tuvimos tanto los más experimentados como los más nuevos. Nada en mi percepción habría cambiado si el viernes hubiese quedado último en vez de primero”.
Para el próximo año, Nicolás recomienda “a la gente que no lo ha vivido, que se apunte sin dudarlo. Los que no tengan experiencia, que dejen atrás el miedo a que el de enfrente vaya a ser mejor. No lo es, sólo le ha dedicado más tiempo y esfuerzo. A los más veteranos, que se quiten prejuicios, es una cura de humildad ver lo mucho que nos queda por aprender. Y, a los que tengan miedo a hablar en público, mascar chicle antes de salir al escenario siempre ayuda”.
Entre los principales objetivos de EY Voice destacan completar las soft skills de los universitarios en el manejo de capacidades importantes para desempeñarse con éxito en el ámbito profesional, aprender a dominar las técnicas básicas de la comunicación oral para transmitir con eficacia el mensaje y mejorar la capacidad de persuasión. Además de dar la oportunidad a los jóvenes de mostrar su talento públicamente y, en especial, a los cazatalentos, así como dotar a los universitarios de una de las herramientas básicas en cualquier persona que aspire a liderar a un equipo sea cual sea el proyecto.