‘¿Es ética la modificación genética de los embriones durante el embarazo?’ es la controvertida pregunta, de actualidad y con una destacada proyección, sobre la que se centrará el IV Torneo Nacional de Debate Académico ‘Universidad de Jaén’, los días 24 y 25 de marzo, y en el que conoceremos a un nuevo equipo clasificado para la Liga Española de Debate Universitario.
El vídeo anunciador del Aula de Debate ha emocionado tanto que ha tenido una enorme repercusión en redes y las preinscripciones han colapsado en menos de 24 horas, como prueba de la calidad y el interés alcanzados por los torneos del circuito clasificatorio de la Ledu.
El equipo campeón, además de su clasificación directa en la Fase Final de la Liga Española de Debate Universitario 2023, recibirá un trofeo y diplomas acreditativos por su condición de campeón del Torneo y un premio económico valorado en mil euros.
Respecto a la pregunta de esta edición, desde el Aula de Debate explican recuerdan que «hasta muy recientemente, las herramientas para modificar el ADN, y para hacerlo directamente en células vivas estaban muy atrasadas, sobre todo para organismos más complejos, como plantas, animales y humanos. A la luz de nuestro creciente conocimiento de gran número de enfermedades asociadas con, o causadas por mutaciones genéticas, la herramienta de manipulación de ADN ideal permitiría reparar las mutaciones directamente en su origen. Pero el volumen y la complejidad de nuestro genoma condenaban el sueño de la edición genómica de precisión a un futuro distante. Hasta que llegó la tecnología CRISPR. Hoy, los científicos pueden usar CRISPR para manipular el genoma de maneras apenas imaginables antes: corregir mutaciones genéticas, eliminar secuencias patógenas de ADN, insertar genes terapéuticos, activar o desactivar genes y más, por lo que constituye un conjunto de herramientas científicas de amplia aplicación con las que abordar un gran espectro de desafíos biológicos».
Pero, ¿cuándo debe empezar a aplicarse esa solución? «Aunque la mayoría de investigadores están centrados en usar CRISPR para tratar a pacientes que conviven con enfermedades, un número pequeño pero creciente de científicos se dedica a explorar el uso de CRISPR para prevenir la enfermedad no en pacientes vivos, sino en individuos futuros: reparando las mutaciones de ADN directamente en embriones humanos concebidos en un laboratorio a partir de la fusión de un óvulo y un espermatozoide mediante fertilización in vitro (FIV), estos científicos aspiran a crear ediciones génicas heredables que puedan copiarse en todas las células del humano en desarrollo y transmitirse a toda su descendencia futura».
Corregir genes en embriones constituye una forma de edición de genes sobre la línea germinal, es decir, sobre las células germinales cuyo genoma puede ser heredado por generaciones futuras. Sin embargo, la idea de realizar experimentos similares en embriones humanos suscita alarma, no solo por el miedo a que se introduzcan mutaciones heredables, sino también por las ramificaciones éticas y societales de una tecnología que podría alterar el genoma humano durante generaciones.
No obstante, recuerda la carta explicativa del torneo, «la aparición de una tecnología práctica y potente de edición de genes puede cambiar nuestra manera de pensar en la reproducción, en especial cuando hay en juego mutaciones altamente penetrantes y asociadas a enfermedades. Si es posible erradicar una mutación antes de nacer, eliminando las posibilidades de que un niño desarrolle una enfermedad concreta o de que transmita esa mutación asociada a una enfermedad a sus hijos, ¿no deberíamos hacer esa intervención?»
Así, se plantea cómo cambiará esa intervención la percepción que tiene la sociedad de los individuos que ya viven con enfermedad, quién tendría acceso a esas intervenciones, si se ofrecerían de manera igualitaria o si el uso de CRISPR eliminaría mutaciones asociadas a enfermedades ser solo el primer paso por la procelosa senda de utilizar la edición de genes para mejorar la genética.
Y, como dicen los organizadores, «son preguntas de difícil respuesta, preguntas que han de discutirse y debatirse. Por todo ello, sugerimos que los equipos debatan acerca de si modificar el ADN de los embriones a través de la tecnología CRISPR es ético sobre su forma de actuar, así como con los objetivos que persigue conseguir realizando esta modificación genética de cara al futuro de la persona y de su ADN».