¿Se verá afectada la democracia por la virtualización de la sociedad?

Los equipos que participarán en la Liga Española de Debate Universitario (LEDU) de 2022 deberán responder a la pregunta: ¿Se verá afectada la democracia por la virtualización de la sociedad? Esta carta explicativa tiene como finalidad centrar el debate y evitar que este discurra entre bizantinas discusiones semánticas o terminológicas que olviden el verdadero objeto del debate. No obstante, los equipos son libres de completar estas definiciones con los matices y enfoque que consideren oportuno a la hora de establecer su tesis, argumentos y marco.

En cuanto al término afectar, nos ceñimos a las acepciones quinta y sexta de la RAE: Menoscabar, perjudicar, influir desfavorablemente / Producir alteración o mudanza en algo. Así, la postura  A Favor defenderá que la virtualización de la sociedad menoscaba, perjudica o influye desfavorablemente a la democracia en un plazo corto o medio, razonablemente previsible en el marco actual y no en meras suposiciones propias de la ciencia ficción.

Por democracia nos referimos a la noción popular contemporánea a la que respondería cualquier ciudadano de la Unión Europea al que preguntásemos por la calle, como sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes y reuniendo una serie de características que van más allá de lo formal: participación de la ciudadanía, igualdad, rendición de cuentas, transparencia, respeto político, multipartidismo, control del abuso de poder, libertad de la economía, carta de derechos, consolidación de los derechos humanos, elecciones libres y justas, tribunales independientes, aceptación de los resultados electorales, funcionamiento en el marco del estado de derecho…

Vivimos en la revolución industrial 4.0, que combina técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes que se integrarán en las organizaciones, las personas y los activos en el marco de la sociedad red. La evolución de las tecnologías digitales es imparable, irreversible, nos afecta a todos y puede alterar nuestro status quo. Estos son los síntomas de la llamada Revolución Digital.

Las tecnologías digitales constituyen el principal motor de transformación social, económica, política, etc. Su aplicación es absolutamente imprescindible pero no es suficiente pues, además, es necesario realizar las transformaciones culturales que implica la digitalización ya que es una nueva forma de vivir y relacionarse. 

La virtualización y la democracia en la Liga Española de Debate Universitario LEDU

La aceleración del desarrollo tecnológico provocará una disrupción notable que se dejará sentir en nuestro modelo democrático, en cualquiera de sus aspectos o características (desde el sistema electoral o representativo a la protección de los derechos fundamentales, por ejemplo), además de económico, cultural, sanitario, educativo o social. 

En este contexto digital, por otra parte, nos enfrentamos a un ambiente que se comprende cada vez más desde lo virtual, en el que, por medio de los sistemas tecnológicos, se constituye el gran simulacro de la realidad en cualquiera de sus manifestaciones (redes sociales, realidad aumentada y virtual, metaverso…) y utilización (desde el reconocimiento facial y la recopilación de datos privados para la intromisión o protección de la privacidad de las personas).

Lo real está sumergido en el gran simulacro que desarrollan las nuevas tecnologías de la información, componiendo la imagen virtual del mundo contemporáneo. La pantalla, las gafas o los sensores integrados son mecanismos que atrapan lo real y lo virtualizan, se convierte en la forma más concreta de desaparición de lo real, donde toda representación posible queda confiscada por los medios tecnológicos. En efecto, hoy es posible afirmar que lo virtual es una forma de realidad, e incluso la forma totalizante a partir de la cual se comprenden las dinámicas de los diferentes sistemas (social, económico, político, informacional, educativo, militar).

Lo real parece irse suprimiendo por lo virtual. Esto quiere decir que lo virtual subsume lo real toda vez que se convierte en la forma vigente por la cual se establecen procesos de interacción con el mundo. Por tal motivo, la virtualización del mundo va de la mano con su transformación en tanto que se instauran nuevas formas de interacción en las que un conglomerado de personas subsumidas en identidades colectivas se unen a la gran red informática para crear y recrear la realidad a través del dispositivo.

Lo anterior suscita los siguientes interrogantes: ¿La expansión de lo virtual equivale a la abolición de lo real bajo el gran simulacro de los medios de comunicación? En consecuencia, ¿podemos hablar de una «cultura de la virtualidad real»? ¿Qué consecuencias se derivarán para la ciudadanía en democracia?

La virtualización se ha convertido en uno de los fenómenos sociales más significativos de nuestra contemporaneidad en tanto que se funda como la forma más concreta de conocer lo real. Así, en el simulacro de la vida social, la persona imbuida en la masa virtual de los medios de comunicación se integra cada vez más a la sociedad-red, haciendo que su representación actual sea cada vez más virtual. Esto, en definitiva, es lo que permite la cultura de la virtualidad real en tanto que lo virtual absorbe nuestro acervo cultural, haciendo de él una representación cuyo referente y original se funda en sí mismo y a la vez mediatiza la relación entre el sujeto con el otro a través de los dispositivos tecnológicos. Por tanto, si la posmodernidad se funda en la incredulidad respecto a los metarrelatos de la modernidad, la credulidad actual se funda en el gran metarrelato de los medios de comunicación que catalizan y absorben la realidad misma y la virtualizan.

La virtualización y la democracia en la Liga Española de Debate Universitario LEDU

Existe una relación paralela entre la realidad física y los escenarios virtuales, la identidad estática y el escaparatismo de las redes sociales y el papel que juegan el monólogo y el contexto en el ciber-discurso. El estudio de las herramientas de interacción de las redes sociales y de los propósitos discursivos indican el desarrollo de dinámicas de participación o proyección, un trasvase de identidad (una progresiva sustitución de la identidad física por la virtual) y una masificación informativa en detrimento del conocimiento o los derechos fundamentales. Se observa la necesidad de una macro-gestión de datos debido a la realidad plural emergente, la posibilidad de crear una identidad digital inalterable y el uso de los escenarios virtuales como lanzaderas de comunicación, más que como medios de interacción.

La virtualización de la sociedad conlleva una profunda transformación de los modos de relacionarse, de crear la imagen que queremos proyectar a los demás, del propio concepto de realidad e incluso de la interacción social y enla comunidad. 

Nuestro comportamiento y costumbres tanto individuales como sociales ya han cambiado actualmente. La digitalización y la virtualización están modificando el modelo de participación en la toma de decisiones públicas, en nuestra intimidad y privacidad o en nuestras relaciones laborales. 

Las nuevas herramientas y procesos ofrecen, al tiempo, incontables beneficios, desafíos y riesgos. ¿Resultará beneficioso o perjudicial para la democracia? 

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